Cuenca Hidrográfica del Miño

La Cuenca del río Miño está localizada en la parte noroeste de la Península Ibérica. Cuenta con una superficie de 17.757 km² en territorio español, sirviendo en sus últimos 76 km de frontera entre España y Portugal, y de estos últimos, 33 km son navegables.

La cuenca del Miño, en parte española, está gestionada por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, la cual considera, a efectos de planificación, la denominada Demarcación Hidrográfica Miño, que agrupa las cuencas del río Miño y Limia.

Los principales aprovechamientos que se realizan en la cuenca provienen de los caudales que fluyen por los cauces, regulados mediante embalses para el abastecimiento del regadío, poblaciones y en gran medida para su aprovechamiento hidroeléctrico. Dentro de los sistemas productivos se destaca el sector agrario y el energético.

La cuenca del Miño tiene un clima moderado, con inviernos suaves, veranos frescos, aire húmedo, abundante nubosidad y precipitaciones frecuentes en todas las estaciones. Las precipitaciones tienen un amplio rango de variación, oscilando entre 700 y 1.900 mm/año, siendo la influencia atlántica y la propia morfología de la cuenca las que marcan estas precipitaciones.

Todo el curso del río Miño está declarado Reserva de la Biosfera.

Cuenca Hidrográfica del Miño

En la Demarcación Hidrográfica del Miño, que integra, entre otras, a las cuencas del Miño y Limia, se cuenta con una serie de embalses, con una capacidad total de 3.040 hm³, encontrándose 34 ríos afectados por 122 instalaciones hidroeléctricas, 96 de las cuales son de régimen ordinario; y 61 tienen instalaciones de poca potencia (inferiores a 10 MW), con una producción total de unos 2,71 GWh/año.

En la parte española de la cuenca del río Miño se destacan los embalses de Belesar (655 hm³) y Bárcena (342 hm³) por su capacidad, siendo también importantes los embalses de Peares y Velle. También destaca la central térmica Compostilla II que refrigera con aguas del embalse de Barcena.

En cuanto a las estaciones de control, en el conjunto de las cuencas Miño y Limia, en la parte española, existen 14 estaciones de aforo en ríos, 25 puntos de control en embalses con capacidad superior a los 10 hm³ y 2 estaciones de aforo en canales. Se cuentan con datos mensuales de precipitaciones y aportaciones. Con el fin de realizar una gestión global de los recursos hidráulicos existe otra red llamada Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) que proporciona el conocimiento del estado hidrometeorológico e hidrológico a tiempo real, tanto de las agua superficiales como subterráneas. Además de la red de estaciones del Sistema SAIH, la cuenca del Miño, en la parte española, cuenta también con una red de control de calidad de aguas, denominada SAICA.

Cuenca Hidrográfica del Tajo

La cuenca del río Miño tiene una longitud de 307 km, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico, sirviendo los últimos 76 km de frontera entre España y Portugal. En la parte española, la cuenca del Miño tiene como principal afluente el río Sil.

Según el Plan Hidrológico del Norte, la cuenca española del Miño tiene una aportación media de 8.285 hm³/año, una aportación máxima de 12.889 hm³/año y mínima de 1.332 hm³/año. La configuración de la red hidrográfica es básicamente lineal, formando valles alargados, con el río principal relativamente centrado y numerosos tributarios que afluyen por ambas márgenes. Su configuración aplanada permite la formación de lagunas y charcas.

En la cuenca española del Miño la presencia de grandes embalses ha cambiado la dinámica de los procesos de erosión y transporte de la cuenca. También provocan cambios climáticos por la gran masa de agua almacenada, aumentan la humedad y las nieblas, haciendo que las inversiones térmicas sean cada vez más frecuentes, lo que provoca la aparición de microclimas y cambios en los procesos naturales del ecosistema.

En la cuenca española del Miño no existen unidades hidrogeológicas dignas de interés. Este hecho, sumado a los altos niveles de pluviometría que se dan en la cuenca, determina que los recursos superficiales sean claramente superiores a los subterráneos.

El Plan Hidrológico Nacional de España establece la necesidad de llevar a cabo una serie de actuaciones para optimizar la gestión de sequías. Sobre esta base, la Confederación Hidrográfica del Norte, quien gestiona la cuenca del Miño en la parte española, ha elaborado un plan especial de actuación en situación de alerta y eventual sequía, Plan (PES), el cual aborda el impacto de las sequías y la eficacia de las medidas correctoras adoptadas en esas situaciones, así como también, establece líneas de actuación encaminadas a una rápida y eficaz actuación en caso de nuevos episodios de sequía.

La Confederación Hidrográfica del Norte considera cuatro niveles de situaciones en los sistemas de alerta por sequía:

  • Situación normal con un horizonte de servicio de 4 o más años
  • Situación si la garantía de servicio baja a los 3 años
  • Situación de alerta cuando el horizonte del servicio solo alcanza dos años
  • Situación de emergencia cuando no se puede garantizar el servicio más de 12 meses y se imponen medidas restrictivas

La peor sequía meteorológica registrada se dio en el año 1977/78, siendo los meses de julio y agosto los más críticos, con una precipitación mensual de solo el 5% respecto de la precipitación media mensual de estos meses. Los peores datos hidráulicos corresponden al periodo entre 1994/95 destacando los meses estivales de julio y agosto.

Para la caracterización hidrometeorológica de las sequías, en cuenca del Miño, parte española, se utilizan datos pluviométricos y medición de aportaciones en estaciones de aforo. El estudio de la sequía hidrológica, se realiza a partir de los datos recogidos en el embalse de las Conchas.

En cuanto al estudio de avenidas, en el Plan Hidrológico del Norte se definió un plan para analizar las inundaciones históricas, clasificar y sistematizar los datos obtenidos y definir las causas principales que produjeron las inundaciones, los daños más frecuentes y su magnitud relativa.

La investigación realizada permitió encontrar diecinueve referencias sobre inundaciones ocurridas en algún punto del ámbito de planificación Miño-Limia (cuencas del Limia y Miño) desde el año 1.522. En un periodo de 500 años se ha encontrado que se produce una inundación cada veinticinco años, aproximadamente, como término medio. Sin embargo, los datos existentes en la Demarcación Hidrográfica Miño-Limia (Limia y Miño) no proporcionan un conocimiento cuantitativo ni de los caudales ni de los volúmenes asociados a las inundaciones y, por otra parte, la situación del entorno geográfico ha variado, sustancialmente, a lo largo del tiempo, por lo que no es posible deducir conclusiones estadísticas realmente válidas; en todo caso, el hecho de que se hayan analizado quinientos años proporciona, con gran facilidad, una idea cualitativa de la frecuencia media con la que se presenten las inundaciones en cada una de las zonas afectadas.

Otra de las causas antrópicas que han colaborado y, en ocasiones, producido las inundaciones, es la obstrucción que provocan los puentes al paso de las aguas; el efecto de presa que producen cuando se obturan incrementa de forma importante el nivel de aguas arriba del puente mientras que su desbloqueo repentino ha producido "olas" aguas abajo de gran poder destructivo.

Según describe la Confederación Hidrográfica del Miño, la Demarcación Hidrográfica, que agrupa las cuencas del Limia y Miño, en la parte española, contabiliza una demanda conjunta de unos 617 hm³/año, con un consumo urbano de 77 hm³, 32 hm³ para uso industrial, 33 hm³ para refrigeración de plantas energéticas y el mayor consumo para el regadío con 475 hm³.

SECTOR AGRÍCOLA: la agricultura consume cerca del 77% de la demanda total. Este sector si bien viene mostrando una reducción en el número de empleados la productividad del sector se ha visto mejorada gracias a los avances tecnológicos en las explotaciones agrarias. Dentro del sector agrario, la ganadería tiene una importante presencia. La piscifactoría también es relevante en la demanda de agua.

ABASTECIMIENTOS URBANOS: La población dentro de la delimitación establecida se eleva aproximadamente a 835.000 habitantes (año 2001), contando con dos núcleos de población relevantes, con recursos suficientes. Sin embargo, se producen restricciones en varios núcleos dado que los manantiales de los que se suministran no tienen caudales de estiaje suficiente. La mayoría de los núcleos mayores de 500 habitantes han acudido a bombeos de aguas fluyentes. Las captaciones realizadas tienen caudales de estiaje suficientes para las demandas previsibles, si se hace abstracción de las servidumbres de caudal medioambiental.

USOS INDUSTRIALES Y ENERGÉTICOS: La industria en la cuenca del Miño no presenta una especialización excesivamente marcada, encontrándose una relativa importancia en la industria de alimentación, bebida y tabaco. Sin embargo, la producción hidroeléctrica en la Demarcación Hidrográfica Miño-Limia (Miño y Limia) tiene mayor relevancia, con una producción de unos 2,71 GWh/año.

La cuenca del río Miño, en la parte española, cuenta con el Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas (SAICA). La red SAICA tiene como objetivo principal proporcionar información sobre la calidad de las aguas superficiales continentales y optimizar su utilización y disponibilidad, controlando en tiempo real tramos de especial interés para su vigilancia (abastecimientos) y para la detección de vertidos.

El Sistema SAICA supone un avance cualitativo en la vigilancia de la calidad del agua en los cauces por tratarse de una herramienta capaz de suministrar esta información en tiempo real, 24 horas al día, proporcionando además de alertas por vertidos una importante información sobre las variaciones naturales tanto diarias como estaciónales de los datos de calidad y su interdependencia.

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